¿Cómo calcular aire acondicionado para una habitación?

Vamos a contar frigorías, pero esto no es un cuento infantil. De un cálculo adecuado depende, en primer lugar, que nuestro sistema de aire acondicionado, para la vivienda o la oficina, resulte eficaz; es decir, que cumpla con los objetivos marcados en el momento de la adquisición. Que nos produzca la climatización idónea, la sensación térmica que estamos buscando.

Y segundo, pero no menos importante, que sus prestaciones resulten eficientes, que su rendimiento sea el adecuado, y que no consuma más energía que la que debe. De este modo, podemos afirmar que el acierto en el cálculo del aire acondicionado que necesita una habitación es también un compromiso con la calidad.

Cuatro referencias, un resultado fiable

Por fortuna, hay herramientas útiles para acertar, como las que ofrece LowCostClima para garantizar que los equipos de nuestra marca exclusiva, Mitsubishi Electric, ofrecen todo el rendimiento posible. Porque un cálculo adecuado de las frigorías precisas nos conduce a la elección del dispositivo idóneo de entre la amplia gama de dispositivos Mitsubishi.

¿Es posible conocer previamente las frigorías necesarias para una estancia, vivienda, oficina, y todo a golpe de clic? No solo es posible, sino que además es fácil. Nosotros te lo ponemos fácil.

Porque con el calculador disponible en la página web de LowCostClima, basta con aportar algunas referencias elementales sobre el espacio a climatizar (anchura, profundidad, altura, si es una casa o una oficina y el número de personas que la ocuparán) para obtener una medición muy fiable.

Y en el caso de que tengas alguna duda, puedes contar con el asesoramiento que ofrece nuestra página web, exponer tus cuestiones en el chat de LowCostClima o enviar un correo electrónico a info@lowcostclima.es.

Qué son las frigorías

En primera instancia, es necesario entender el concepto de frigoría, la unidad de medida que nos permite conocer las prestaciones de nuestro equipo de aire acondicionado.

En términos sencillos, la frigoría mide la capacidad de absorción de la energía térmica, de modo que es un elemento de referencia básico para conocer las necesidades de climatización de un espacio.

Es interesante saber que la frigoría no es una medida de potencia, pues en este caso tendríamos que hablar de frigorías por hora como la magnitud precisa para determinar las prestaciones de cualquier equipo de climatización.

La regla de los 50

A partir de esta regla básica, hay otra que nos va a resultar muy útil, y a la que podríamos definir como la regla de los 50. Expliquemos por qué.

Para climatizar de modo óptimo cualquier espacio físico, es muy importante conocer su volumen total, es decir, de cuántos metros cúbicos estamos hablando. No solo importa la superficie, los metros cuadrados, sino que hay que incluir en el cálculo una tercera referencia, la altura de las estancias.

Y a partir de esta cifra resultante, la de multiplicar la anchura, profundidad y altura de las habitaciones, obtenemos una referencia: el volumen total.

Ahora entra en juego la regla de los 50. Solo tienes que multiplicar el volumen total de las habitaciones por esa cifra, 50, para conocer de modo muy fiable el número de frigorías que necesita tu sistema de climatización.

Eficiencia, sinónimo de calidad

Es muy importante acertar en este proceso para evitar los riesgos derivados de quedarte por debajo o por encima de las capacidades requeridas.

¿Qué pasa si mi dispositivo carece de la potencia suficiente? Es bien fácil, no cumplirá con las expectativas y deberá estar encendido y a tope de potencia durante todo el día. Las consecuencias en la factura eléctrica son fáciles de predecir.

¿Y si ocurre lo contrario, si me paso de potencia? Entonces el dispositivo enfriará demasiado pronto la vivienda, negocio u oficina, con un desperdicio energético evidente, pero por la razón opuesta a la anterior.

Al respecto de todo esto, no olvidemos una regla básica: una buena climatización es siempre sinónimo de eficiencia, es decir, de buen rendimiento con un consumo energético adecuado. Es una simple cuestión de calidad.

Factores a tener en cuenta

Como ya hemos dejado claro, para tomar una decisión sobre el sistema de aire acondicionado que queremos hay que conocer las frigorías necesarias para absorber el calor de la vivienda o local donde vamos a instalar los dispositivos.

Pero además debemos tener en cuenta que en este cálculo, y por tanto en la adquisición de los aparatos, intervienen varios factores, algunos ya citados (los esenciales) y otros relacionados con la peculiaridad de cada inmueble:

  • La superficie total del inmueble, paredes y techo.
  • La superficie acristalada de la vivienda o local.
  • La orientación física de las habitaciones.
  • Las sombras exteriores existentes.
  • La ubicación geográfica del inmueble.
  • La época del año en la que necesitamos la climatización.
  • Los materiales con los que fue construido el inmueble.
  • La cantidad de luz que entra en la habitación.
  • El nivel de aislamiento respecto al frío o al calor.
  • El número de personas que ocupa el inmueble habitualmente.
  • El número de ordenadores o aparatos eléctricos instalados.

Como se puede ver, las circunstancias pueden modificar el cálculo que hemos propuesto anteriormente. Por eso es tan interesante recurrir a herramientas como el calculador automático de frigorías, que, al introducir otros elementos en el cálculo total, nos permite afinar en el número de frigorías necesarias.

A partir de ahí, queda modular las frigorías necesarias en función de si las estancias tienen o no mucha exposición al sol, su orientación, la estación del año, los materiales constructivos, si hay otros equipos eléctricos instalados, etcétera.

En cualquier caso, ya contaremos con la referencia útil para elegir el dispositivo que mejor de adapte a nuestras necesidades.

Unos cuantos consejos para finalizar

De modo que ya tienes los datos básicos para decidir sobre tu nuevo equipo de aire acondicionado de Mitsubishi Electric. Pero vamos a recordar algunas recomendaciones de los expertos, a modo de conclusión:

  • Elige el equipo más adecuado.
  • Es un error poner el aire acondicionado a una temperatura más baja de la deseada.
  • No debes colocar el dispositivo en zonas con corrientes ni cerca de fuentes de calor.
  • Es buena idea cerrar puertas y ventanas cuando pongamos el dispositivo en funcionamiento.